La cocina junto al salón, es el espacio social de la casa, allí donde empieza el día, donde se mezclan las emociones de quienes viven en ella.
Es un espacio democrático, donde sentirse creativos, acogidos, a gusto.
Y de gustos vamos a hablar en este breve escrito sobre cocinas,
empezando a diferenciar los tamaños y las tipologías:
cocinas mínimas, en estancias cerradas, donde la cocina está entre cuatro paredes, y allí solo “se cocina” y poco más…(no en todos los pisos o casas encontramos el tan deseado “open space”, del cual hablaremos más adelante)
En estos espacios mínimos, hay que aprovechar cada centímetro de encimera y de pared, cada cajón tiene que estar bien organizado, hay que tener buenos enchufes de superficie, como si de una cocina profesional se tratase.
Podéis ver en este breve video, la transformación de una cocina antigua en un espacio funcional y acogedor:
ALMACENAR Y ORGANIZAR
El aspecto principal, a la hora de “pensar el espacio cocina” es imaginar cuantas personas lo vivirán, sus costumbres, sus horarios, y sus maneras de cocinar y de comer:
así por ejemplo será de primaria importancia tener en cuenta la distribución de las principales áreas de trabajo, allí donde se cocina, se limpia y se almacena.
Tendremos que visualizar el mejor recorrido de nuestros ingredientes, que sean frescos (desde la nevera o bolsas de la compra), o envasados (desde la despensa), hacia la zona de limpieza, de preparación y de cocción: espacios suficientemente amplios para estas acciones, según los usuarios de la cocina, harán que las acciones de preparar las comidas sean eficientes, rápidas y limpias.
Analizando las cocinas de espacios reducidos, vamos a ver aspectos de aprovechamiento y organización del espacio que son básicos y aplicables a todas las cocinas de tamaños más grandes.
Por eso, en la fase de limpieza y corte de los ingredientes, hay que tener a mano
los utensilios (bien organizados en cajones y accesorios a vista),
los pequeños electrodomésticos (correctamente enchufados y bien posicionados)
además de los cubos modulares para la retirada selectiva de los residuos orgánicos y los envases, que se pueden esconder en cajones de doble altura, justo en correspondencia de las zonas de preparación de dichos ingredientes.
En la fase de cocción hay que tener a mano los utensilios en cajones y gavetas, o en accesorios a vista, dispuestos de manera que puedan servir también como elementos decorativos y que puedan caracterizar el estilo de nuestra cocina.
Antes de hablar de los estilos y acabados de los muebles que componen el espacio, hace falta analizar todo lo que no se ve, para que nuestra cocina sea siempre bien organizada, ordenada y limpia.
Todo lo que no se ve, aquí tiene mucha importancia, a la hora de almacenar comida seca y envasada, especias, productos frescos y de uso inmediato.
Cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa: no es un refrán sinsentido. Si lo pensamos, tantos habitantes tiene la casa, como usuarios de la cocina: vajillas y menaje en numero proporcional a quienes hacen uso cotidiano de la casa, y pensando también a eventos sociales y familiares, para compartir.
Pensar en la cocina es pensar al “viaje de los ingredientes” y a las experiencias de los usuarios: aprovechar al máximo el espacio significa facilitar al máximo el uso y mejorar la experiencia de vivir la cocina y las comidas.
fotos: Showroom LINEA3 COCINAS
TIPOLOGÍAS DE COCINAS
Para imaginar y diseñar una cocina, además de aspectos generales, como los flujos de
trabajo de los usuarios, hay que ver como estos se adaptan a los diferentes espacios que
tenemos.
En espacios pequeños y estrechos se suele componer una cocina en linea.
En la gran mayoría de viviendas se usa la cocina en L, donde las partes de almacenaje y de preparación y cocción están cada una en una pared diferente.
En ambientes más amplios se puede componer una cocina en U, cuando podamos planificar las dinamicas de flujo de trabajo en el centro de las tres paredes de los muebles de cocina y de almacenamiento y servicio.
Esta tipología, junto a la cocina en L, es más escenográfica, porque suelen abrirse a un ambiente comedor.
Con estas tipologías de cocinas podemos empezar a hablar de “open space”, espacios abiertos, donde las funciones de preparar y de comer se unen en el acto de compartir y disfrutar el espacio híbrido de comedor con cocina abierta.
Cuanto más espacio disponible tengamos, más abierta será la disposición de los módulos de la cocina, y más sociales serán todas sus funciones.
fotos: Showroom LINEA3 COCINAS
A más valor social y de compartir espacio, aumentará el valor estético de los materiales, acabados y colores, y tendrá más valor simbólico cada elemento que la compone, como sillas,taburetes, lamparas, campanas, tiradores, electrodomésticos, utensilios...
Si seguimos hablando de cocinas escenográficas, para espacios más amplios, vemos que hay cocinas que se adaptan a ambientes con ventanas, componiéndose en paralelo, con sistemas de almacenaje en una pared y la zona de preparación y cocción en la pared de frente, dejando todo el ambiente intermedio, libre al paso o al uso de comedor.
Cuando la fase de cocción es más colaborativa y casi quiere llegar a ser un espectáculo de showcooking, podemos pensar a la tipología de cocina con península, que se funde en el espacio comedor y salón.
En lugar de tener un comedor separado, muchas personas están optando por combinar la cocina y el comedor en un solo espacio, lo que fomenta la interacción social y la fluidez entre las áreas de preparación y comedor: estas se definen también cocinas de concepto abierto.
fotos: Showroom LINEA3 COCINAS
Las cocinas abiertas fomentan la interacción social y permiten una sensación de amplitud en el espacio.
La más espectacular es sin duda la tipología de cocina con isla, con un flujo de trabajo muy dinámico, que toma la isla como eje central del concepto del uso.
Las cocinas abiertas fomentan la interacción social y permiten una sensación de amplitud en el espacio. Las islas de cocina se utilizan frecuentemente como puntos de encuentro y áreas de preparación de alimentos.
A excepción de la cocina cerrada, en todas las tipologías de cocinas que comunican con ambientes abiertos, hay que tener en cuenta el tema de olores y ruidos: aquí solo con una buena inversión en campanas extractoras podemos asegurarnos de una buena convivencia
entre los diferentes usos del espacio.
Una vez organizado el flujo de trabajo de la cocina, su programa funcional y su planificación en el espacio de la casa, hay que imaginar su aspecto:
los acabados mejores, los que son más de tendencia, o simplemente, los que más nos gustan.
Hablar de tendencias sirve para saber que materiales se están utilizando actualmente, conocer sus características técnicas, saber cuales son los más resistentes, fáciles de mantener y limpiar, y que combinaciones entre acabados y colores se pueden hacer.
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